La comunicación se puede ver entorpecida dentro de la familia por varios obstáculos. A continuación expondré 3, con sus ejemplos y sus soluciones. Creo que son errores que en todas las familias y relaciones se pueden dar. Su solución es muy sencilla, pero requiere también de práctica y acompañarlo de una buena escucha activa, de la cual más adelante hablaremos.
- Obstáculo 1. Evitar hablar de los problemas. Es un error típico de las personas que evitan hablar sobre los problemas por miedo a provocar un conflicto, una discusión o la desaprobación de la otra persona. Son las personas que van guardando resentimientos, quejas hasta que llega el día en el que estallan. Como si de un vaso de agua se tratase, gota a gota el vaso se va llenando hasta que termina por desbordarse.
Por ejemplo: Imaginemos una escena en la que a la madre de familia siempre le dan la ropa para lavar, la madre la echa toda en el cesto. Va transcurriendo la semana y la madre ve cómo el cesto va aumentando de tamaño, va a cumulando resentimiento, hasta que al final de la semana el marido echa una prenda más y ella explota enfadada diciendo a su marido “¡Todo lo tengo que hacer yo en esta casa! Nadie me ayuda, pensáis que la ropa se lava sola, tú llegas, echas la ropa y te pones a ver la televisión”
Forma de solucionarlo: Esta madre explota de repente diciendo una lista de tareas que hace en casa. Termina acusando a su marido de no hacer nada útil. Recae sobre él todo el resentimiento que tiene acumulado ya que espera que todos en casa le ayuden. Sin embargo, ella no habla, piensa que los demás deben de saber lo que le está pasando o pensando. Algunas personas esperana estar enfadadas para hbalar sobre un problema y esta no es la solución. Cuando estamos enfadados tendemos más a criticar, a ser negativos y a insultar a los demás. No pensamos claramente y no podemos solucionar bien los problemas que pueda haber. Debemos de hablar las cosas y buscar soluciones en el momento. Es importante llegar a acuerdos y que no solo se quede en una mera conversación dado que sino de la charla no servirá de mucho. Si hay alguien dentro de la familia a la que le cueste hablar sobre sus deseos o sentimientos o cosas que le molesten el resto debe animarle a dialogar de forma natural.
- Obstáculo 2. Ponerse a la defensiva. Las personas se ponen a la defensiva cuando sienten que están siendo atacadas o culpadas por algo, independientemenete de que las estén acusando o no de forma abierta. La forma de expresar este obstáculo es enfadarse, dar excusas, mostrarse muy afectadas por lo que la otra persona le ha dicho, llorar o guardar silencio y rechazar tomar parte de la discusión.
Por ejemplo: Los niños con su padre van a ver una película, le dicen a la madre, quien está recogiendo el cuarto de ella y de su marido, que si quiere ir a verla con ellos. La madre responde que no puede porque tiene que terminar. El marido ante esta respuesta le dice enfadado “¡Ya tengo que ponerme yo también a recoger! Nunca podemos estar tranquilos. Tú siempre recogiendo”. El marido se siente aludido y empieza una discusión con su mujer que podría haber evitado si le hubiera preguntado de buena manera qué si lo que él había interpretado era realmente lo que él entendió. Le hubiera dicho algo como “¿Quieres decir que yo nunca recojo el cuarto?”
Solución: Clarificar el mensaje. De esta manera no se hacen interpretaciones y se pueden hablar las cosas sin enfadarse.
- Obstáculo 3. Enviar dobles mensajes. A veces las personas mandamos de forma no intencional dos mensajes contradictorios al mismo tiempo. Esto ocurre cuando lo que se dice (de forma verbal) no coincide con los gestos (comunicación no verbal). Son mensajes sarcásticos. Normalmente, solemos hacer caso a los mensajes no verbales de la comunicación y estos, en ocasiones, nos ofenden y hacen que respondamos de malas maneras.
Por ejemplo: En una escena donde el hijo, después de la cena, se levanta y recoge su plato, vaso y cubierto. El padre dice en tono sarcástico “¡Qué bien recoge el niño, qué limpio se ha vuelto!”.
Solución: Los mensajes sarcásticos se encuadran entre los denominados mensajes “tu”. Estos mensajes de “tu” censuran, de una forma directa o indirecta la conducta de los demás, se pueden interpretar como mensajes acusadores y como ataques personales. Así pues, en contraposición con esto, se deben emplear mensajes de “yo”, mensajes en primera persona, que muestran los pensamientos y sentimientos de la persona que habla. Son mensajes en lo que se expresa cómo nos hace sentir la conducta del otro. Por lo tanto, en el ejemplo anterior, es muy diferente decir de forma sarcástica “¡Qué bien recoge el niño!” A decir “(YO) me siento muy contenta de que recojas”.
Muy bien explicado! Estaré pendiente de más artículos que suba a su página. Gracias.